El arte latinoamericano se hace un lugar en Europa
Pinta reúne a artistas consagrados y emergentes de la región
Viernes 4 de junio de 2010
Publicado en edición impresa
Juana Libedinsky
Para LA NACION
LONDRES.- "Es tan refrescante esto; un golpe de energía; como un shot de tequila sobre el mundo del arte", decía anoche Andrew Jones, un coleccionista británico fascinado con lo distinto y provocador, pero, a la vez, con la calidad de lo que se mostraba en la inauguración de Pinta.
Dirigida por Diego Costa Peuser, Mauro Herlitzka y Alejandro Zaia, se trata de la feria de arte latinoamericano que se realiza desde hace tres años en Estados Unidos y que, por primera vez, ayer desembarcó en la capital británica.
De coleccionistas como Eduardo Costantini a mujeres de polistas que hacen la temporada en Inglaterra, como María Vázquez; de celebridades del mundo del arte como Tiqui Atencio Demirdjian y Ella Fontanals Cisneros (¡o de la pantalla, como Leonardo Di Caprio, lo que parecía un inesperado cameo!), a diplomáticos como el ex embajador de la Argentina en Gran Bretaña Federico Mirré, todos se dieron cita entre los 35 stands del centro de exposiciones de Earl´s Court.
Eduardo y Clarise Costantini fueron de los primeros en llegar. "Gratamente sorprendidos con la calidad promedio de las obras", resumieron su pasada. Cuando se les pidió un breve análisis del mercado, señalaron que "el arte brasileño está muy caro en relación al argentino; en obras comparables cuesta cinco a diez veces más". Las razones: coleccionistas brasileños que se mueven con fuerza y compran obra propia; el Estado que promueve el mercado con desgravaciones, y la fortaleza de la economía brasileña.
En una galería de Nueva York, era irresistible la filmación de un ballet aéreo dirigido por el argentino Leopoldo Maler, realizado en una zona industrial de Londres en los 70. Extremadamente poético, sus hombres y mujeres de gris, que colgaban de grúas oxidadas, anticipaba, en cierta manera, lo que desarrollarían con tanto éxito compañías como De la Guarda. Justo enfrente colgaba uno de los colchones multicolores realizados por su prima, Marta Minujín, una obra desbordante de alegría, y ahora con mucha razón: fue comprada por el Centro Pompidou.
Oportunidad de mercado
"En Pinta, acertaron con el año. En 2009, la crisis hubiera sido apremiante, pero ahora se ven inversores que buscan nuevos horizontes, y el público europeo se está dando cuenta de que aquí hay buenos precios de obras que se van a valorar", explicó Erica Roberts, miembro del comité de adquisiones del museo Tate.
Eliana Facioni, vip manager de la feria Frieze, estuvo de acuerdo. "Me sorprendió; es una muy buena selección de galerías con cosas que no se ven en Londres", dijo.
La coleccionista Ella Fontanals Cisneros fue más allá: "Pinta va a llevar el arte latinoamericano a un nuevo nivel en Europa. El arte no tiene fronteras y, a través de Internet, la información de lo que se está produciendo llega, pero ¡esta es la oportunidad de ver lo real!".
La también renombrada coleccionista Tiqui Atencio Demirdjian subrayó que Pinta fue extremadamente importante en Nueva York y a partir de ahora lo será en Londres ya que junta a coleccionistas, museos y fundaciones para intercambiar conocimiento y puntos de vista.
Paula Bonadeo, una joven argentina que vive en París, "cruzó el charco" para la muestra. "Estoy empezando a coleccionar arte y aquí lo que realmente me interesó fue la obra de Esteban Lisa y la de Magdalena Murúa, una artista joven."
Justamente, uno de los ingredientes que el público más valoró de la feria, que estará abierta hasta el domingo, es la mezcla de los artistas modernos consagrados con valores más emergentes contemporáneos.
Aunque distintas galerías de Europa y Estados Unidos llevaron artistas argentinos, también vinieron desde Buenos Aires Elsi del Río, Del Infinito, Proyecto Bisagra y Zavaleta Lab. Estela Tottah, de la galería Del Infinito, reflexionó: "Es una apuesta arriesgada, no por ello menos interesante, y un emprendimiento loable que espero que continúe".
Los augurios para 2011 ya son muy buenos. "Vine a explorar un poco -confesó el artista argentino residente en Londres Ricardo Cinalli-. Pero después de lo que vi, a mi galería de Barcelona le voy a decir que el año próximo no se la pierdan."
Viernes 4 de junio de 2010
Publicado en edición impresa
Juana Libedinsky
Para LA NACION
LONDRES.- "Es tan refrescante esto; un golpe de energía; como un shot de tequila sobre el mundo del arte", decía anoche Andrew Jones, un coleccionista británico fascinado con lo distinto y provocador, pero, a la vez, con la calidad de lo que se mostraba en la inauguración de Pinta.
Dirigida por Diego Costa Peuser, Mauro Herlitzka y Alejandro Zaia, se trata de la feria de arte latinoamericano que se realiza desde hace tres años en Estados Unidos y que, por primera vez, ayer desembarcó en la capital británica.
De coleccionistas como Eduardo Costantini a mujeres de polistas que hacen la temporada en Inglaterra, como María Vázquez; de celebridades del mundo del arte como Tiqui Atencio Demirdjian y Ella Fontanals Cisneros (¡o de la pantalla, como Leonardo Di Caprio, lo que parecía un inesperado cameo!), a diplomáticos como el ex embajador de la Argentina en Gran Bretaña Federico Mirré, todos se dieron cita entre los 35 stands del centro de exposiciones de Earl´s Court.
Eduardo y Clarise Costantini fueron de los primeros en llegar. "Gratamente sorprendidos con la calidad promedio de las obras", resumieron su pasada. Cuando se les pidió un breve análisis del mercado, señalaron que "el arte brasileño está muy caro en relación al argentino; en obras comparables cuesta cinco a diez veces más". Las razones: coleccionistas brasileños que se mueven con fuerza y compran obra propia; el Estado que promueve el mercado con desgravaciones, y la fortaleza de la economía brasileña.
En una galería de Nueva York, era irresistible la filmación de un ballet aéreo dirigido por el argentino Leopoldo Maler, realizado en una zona industrial de Londres en los 70. Extremadamente poético, sus hombres y mujeres de gris, que colgaban de grúas oxidadas, anticipaba, en cierta manera, lo que desarrollarían con tanto éxito compañías como De la Guarda. Justo enfrente colgaba uno de los colchones multicolores realizados por su prima, Marta Minujín, una obra desbordante de alegría, y ahora con mucha razón: fue comprada por el Centro Pompidou.
Oportunidad de mercado
"En Pinta, acertaron con el año. En 2009, la crisis hubiera sido apremiante, pero ahora se ven inversores que buscan nuevos horizontes, y el público europeo se está dando cuenta de que aquí hay buenos precios de obras que se van a valorar", explicó Erica Roberts, miembro del comité de adquisiones del museo Tate.
Eliana Facioni, vip manager de la feria Frieze, estuvo de acuerdo. "Me sorprendió; es una muy buena selección de galerías con cosas que no se ven en Londres", dijo.
La coleccionista Ella Fontanals Cisneros fue más allá: "Pinta va a llevar el arte latinoamericano a un nuevo nivel en Europa. El arte no tiene fronteras y, a través de Internet, la información de lo que se está produciendo llega, pero ¡esta es la oportunidad de ver lo real!".
La también renombrada coleccionista Tiqui Atencio Demirdjian subrayó que Pinta fue extremadamente importante en Nueva York y a partir de ahora lo será en Londres ya que junta a coleccionistas, museos y fundaciones para intercambiar conocimiento y puntos de vista.
Paula Bonadeo, una joven argentina que vive en París, "cruzó el charco" para la muestra. "Estoy empezando a coleccionar arte y aquí lo que realmente me interesó fue la obra de Esteban Lisa y la de Magdalena Murúa, una artista joven."
Justamente, uno de los ingredientes que el público más valoró de la feria, que estará abierta hasta el domingo, es la mezcla de los artistas modernos consagrados con valores más emergentes contemporáneos.
Aunque distintas galerías de Europa y Estados Unidos llevaron artistas argentinos, también vinieron desde Buenos Aires Elsi del Río, Del Infinito, Proyecto Bisagra y Zavaleta Lab. Estela Tottah, de la galería Del Infinito, reflexionó: "Es una apuesta arriesgada, no por ello menos interesante, y un emprendimiento loable que espero que continúe".
Los augurios para 2011 ya son muy buenos. "Vine a explorar un poco -confesó el artista argentino residente en Londres Ricardo Cinalli-. Pero después de lo que vi, a mi galería de Barcelona le voy a decir que el año próximo no se la pierdan."
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