viernes, septiembre 08, 2006

Por ese palpitar... por Gabriel Pérez Mervolizzi

"¡Es el latido de su implacable corazón!", escribió Edgard Allan Poe, en su cuento El corazón delator. Y por estos días, la ciudad de Buenos Aires parece un corazón. Corazones Vivos, el mega atellier que funciona en el pabellón Frers de La Rural, donde más de un centenar de artistas intervienen corazones de fibra de vidrio que serán subastados y la recaudación destinada a la Fundación Favaloro; la imaginación de Diego Alexandre lo llevó a montar nueve cajas/soporte donde utiliza la cuadrícula para reflejar los latidos de su corazón.




























También Celina Saubidet utiliza en Corazonada, obviamente, a este músculo motor del cuerpo. Es por su centro por donde pasan los estados de ánimo, los dolores, las vibraciones. Descubrir estos corazones intervenidos da la impresión de vagar por el interior del propio cuerpo. Están expuestos, parecen invitarnos a seguir su constante golpeteo. Blancos, negros, rojos, sangrantes como frutillas, espinosos como miles de diminutas flechas clavadas en el cuerpo de San Sebastián o del doloroso corazón de la Virgen María; de penas y alegrías. Las corazonadas que sacuden la mente. Somos grandes estetoscopios frente a los corazones de Saubidet. Mediamos como marcapasos, pero también como fluído de las propias emociones. Auscultamos esos rítmicos movimientos. La vida, es en el corazón ■

En Elsi del Río (Arevalo 1738, Palermo)
de martes a viernes de 15:00 a 20:00 y sábados de 11:00 a 14:00
Entrada libre y gratuita.

Por Gabriel Pérez Mervolizzi

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