sábado, julio 22, 2006

Renata Morini en Elsi del Rio, por Jorge Zuzulich

Una valija delimita un adentro y un afuera y ese acto oficia de protector de aquello que guarda. En ella uno deposita sus objetos más cercanos, quizás, parte de sí mimso. De tanto en tanto, es posible abrirla para mudar las pertenencias. Quizás por esto Renata Morini despligue esta porción de su obra más reciente a través de diversas representaciones que tienen como centro de atracción una valija.

Con un alto nivel de síntesis formal y de color, tomando por momentos el recurso del transfer, la artista cordobesa logra poner de manifiesto las tensiones propias de la interioridad, de allí que su producción logre un intenso equilibrio entre lo sensible y lo conceptual, entre la inmediatez y la reflexión.

Pero también es probable que este devenir de la obra invoque un sentido más profundo: la conjura. En el preciso momento en que lo interno aparece objetivizado, la tensión tiende a crecer, quizás la mirada cómplice del otro (espectador), como en un juego de ninños-adultos, acentúe este movimiento.

Tal vez la frase de Gilles Deleuze, que Morini hace suya, ayude a profundizar la conjura: "De lo que siempre se trata es de liberar la vida allí donde está cautiva, o de intentarlo en un incierto combate".

Jorge Zuzulich
Arte al día
Julio de 2006