Sara expone pinturas en el local Ahrus arte

Diario La Opinión
Rafaela, Provincia de Santa Fé
Martes 28 de Setiembre de 2010

Sara expone pinturas en el local Ahrus arte
Este sábado a las 20 se inaugura la muestra del artista rafaelino.
Estará presente Fernando Entin, director Elsi del Rio Arte Contemporáneo.

El sábado 2 de octubre, a las 20, se inaugura en Ahrus arte -Belgrano 174, Rafaela- una exposición de pinturas de Nico Sara, el representante rafaelino de mayor trascendencia en el ámbito del arte nacional. Podrá visitarse de lunes a viernes de 16 a 20 y los sábados de 10 a 12 y de 17 a 19.

Desde hace varios años es artista exclusivo de la prestigiosa Galería de Arte Contemporáneo Elsi del Río con quien participa en las ediciones de ArteBa. Su director, Fernando Entin, estará presente en la inauguración, acompañando a Nico en esta nueva exposición.

En el prólogo del catálogo Entin expresa:
"Me gustan la niñez, el juego, la magia infantil. La rapidez con la que los niños crean universos propios, salidos de toda regla. Me gusta cómo se asocian libremente las ideas en el mundo de los niños, con el único propósito de inventar y crear, pero tan seriamente hecho, como en el más serio de los trabajos. Quizás sea la capacidad de crear mundos lo que me atrajo de Nico Sara, cuando nos presentaron".

"Testigo de su crecimiento, piloto de su trayectoria, Nico Sara no ha cambiado el rumbo. Continúa inspirándose en sus objetos cercanos, en el mundo inmediato que lo rodea. Pero como un niño que ve una cosa y sueña con otra, Nico rápidamente cambia el significado de su presa. Cuerpos sin rostros, perros con alas, autos con bocas, nueces con llamas, corazones con ojos, tazas de café con muchas asas. Todo es posible en su mundo".

"Sus objetos, sin embargo, no interactúan con el entorno, simplemente porque este no existe. Los fondos negros o de intensos colores, brillantes u opacos, son el entorno en el que se apoyan sus criaturas, siempre de a una. En ellos flotan, respiran o sobreviven, a veces protagonistas sin gravedad. Las imágenes de este rafaelino pasan del ojo al software y por medio del ojo y la precisión de la mano llegan a la tela, rompiendo el límite entre la artesanía y la tecnología. Los que conocemos a Nico sabemos que no le gusta pensar en lo que hace.
Simplemente le gusta hacerlo, sumergido en la calma silenciosa de sus fondos, casi en un trance".

"Como un gran álbum de figuritas, el imaginario de Sara crece cada temporada, y es en ese entorno en el que Nico disfraza, corta, agrega o saca, para crear la próxima figurita difícil, esa que no nos permite abandonar la colección. Pequeños juguetes de culto, para un niño nada ingenuo".

Sara nació en Rafaela el 11 de junio de 1974. Artista autodidacta. Sus inicios se dan en la música y en dibujos de minuciosa perfección. El 1° premio obtenido en 1998 en el Salón Municipal de Rafaela marcó el inicio de la sistematización de su labor como artista visual. A fines de la década de 1990 se produce su encuentro con la pintura, técnica que comienza a desarrollar a partir de sus dibujos y de la computadora, que lo lleva a experimentar con programas de diseño y procesadores de imágenes, logrando esa conjunción que marca con personalidad propia su obra, jugando en el límite entre la artesanía y la tecnología, con fuerte concepción conceptual, aunque como artista minimice este hecho.

En 2002 realizó un viaje a los Estados Unidos que inspiró una serie de obras que luego se convertirían en su primera muestra individual en Buenos Aires.
Desde 2003 es artista exclusivo de la prestigiosa galería Elsi del Río Arte Contemporáneo (Buenos Aires), donde realiza exposiciones individuales y participa en las sucesivas ediciones de ArteBA. Ha expuesto en forma individual, además, en el Centro Cultural Borges (Buenos Aires), Museo Municipal de Bellas Artes "Dr. Urbano Poggi" (Rafaela) y en forma colectiva, como artista invitado, en el Fondo Nacional de las Artes, Museo Municipal Castagnino-Macro (Rosario), Museo Municipal de Bellas Artes (Santa Fe), Museo Provincial de Bellas Artes "Rosa Galisteo de Rodríguez" (Santa Fe) y en diversos centros culturales y museos de Argentina. En 2002 expuso en forma individual en John Alexander Gallery (Tucson, AZ, Estados Unidos).
Ha obtenido importantes premios en el ámbito nacional entre los que se pueden destacar: Premio Fundación Williams de Arte Joven, Centro Cultural Borges (Buenos Aires, 2008) Primer premio, Premio Adquisición Red Sport, Salón Nacional Museo Rosa Galisteo de Rodríguez (Santa Fe, 2010), Premio Bienal Asociación Argentina de Galerías de Arte, Expotrastiendas (Bs. As., 2009) Primer Premio, Cuarto Premio Adquisición Fondo Nacional de Las Artes, LXIII Salón Nacional de Rosario (2009), Premio Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos, LXXXIII Salón Anual Nacional de Santa Fe, Museo "Rosa Galisteo de Rodríguez". Seleccionado como Aspirante a Beca (2006), Premio Fernando Espino - Beatriz Martín y Mención del Jurado, LXXXII Salón Anual Nacional de Santa Fe, Museo "Rosa Galisteo de Rodríguez". Seleccionado como Aspirante a Beca (2005), 7° Salón Anual de Artes Visuales "Municipalidad de Rafaela" Primer premio (2002).

Ha obtenido también las siguientes becas: Beca Fundación Nuevo Banco de Santa Fe para producción de obra (2008), Beca Fundación Nuevo Banco de Santa Fe para realizar clínica con Daniel García (2007), Encuentros de Análisis y Producción de obra de Fundación Antorchas (Santa Fe - Entre Ríos) con Sergio Bazán, María José Herrera, Tulio de Sagastizábal y Carlota Beltrame (2005).

GALAAC, Asociación de Galerias que propone un cambio

Por qué un grupo de unas veinte voluntades se convocan para formar una asociación de galerías con un objetivo principal: jerarquizar la actividad?
La respuesta es muy simple: porque hacía falta.

Desde hace muchos años la actividad de las galerías de arte ha venido perdiendo terreno en la comercialización del arte, donde rematadores, dealers, operadores, etc., han ganado espacio en la distribución del mercado de arte en general.
Ello se debe en gran parte dada a una política más asimilada a modalidades decimonónicas, cuando las galerías tenían solamente que exponer las obras y convocar a sus clientes para ir concretando las operaciones comerciales. Décadas atrás eso ocurría en la Argentina, cuando existían clientes fieles que se dejaban guiar por sus galeristas.
Hoy ya prácticamente no existe el concepto de cliente, que se ha transformado en comprador. Esa nueva figura se caracteriza por comprar donde tiene la mejor propuesta: artística, financiera y de servicio.
Por ello surge la aparición de una institución que se propone ofrecer una oferta comercial y artística más profesional, acompañada de un código de ética que corrija ciertos defectos que se observan en algunas empresas de plaza.

El hecho de establecer una relación con los artistas más transparente y menos comercializada (no alquilar la sala, producir la bibliografía, integrarlos a sus trastiendas, etc), permitirá manejar mejor la venta de su producción. Pero ésto no es gratuito: el propio artista deberá a su vez modificar ciertos hábitos comunes en este medio (la infidelidad al concretar operaciones de “taller” aprovechando la promoción de la galería o repartir la obra para su comercialización como si fueran caramelos).
Todo esto y muchos otros proyectos de desarrollo de la actividad de conjunto, con la lógica competencia comercial, serán bien recibido por el mercado y por ende propenderá a un mayor desarrollo del arte y los artistas.
Estos propósitos que asumen los integrantes de GALAAC -Asociación de Galerías Argentinas de Arte Contemporáneo- representan un soplo de aire fresco en un medio donde muchos operadores generan un ambiento totalmente opuesto.
Lo interesante es que ya se han integrado unas 20 galerías, que abarcan un espectro muy amplio. Desde las “grandes”, consagradas por muchos años de actividad, unidas con las medianas y pequeñas, desterrando así una conducta un tanto clasista que caracterizó algunos períodos pasados.
Es de desear que estos propósitos se vayan afianzando y creciendo, no sólo para consolidar las participaciones de ferias en el exterior sino para profundizar la actividad local, ya que para que un mercado sea sólido debe basarse fundamentalmente en el mercado interno.

La charla con Fernando Entin (presidente y titular de Elsi del Río), Gachi Prieto (vicepresidente y titular de Gachi Prieto) y Roxana Olivieri (vocal y titular de RO Galería de Arte), que aportaron parte de los detalles de objetivos que señalamos, se produjo en medio de un workshop que los miembros directivos de GALAAC realizan semanalmente para capacitarse en la conducción profesional de la Asociación.
Deberá ponerse atención sobre el crecimiento de la entidad y auditar que los principios enunciados y otros en etapa de elaboración se cumplan para beneficio del arte argentino.
Mario Gilardoni
Expotrastienda Plus
Septiembre de 2010

Nuestro secreto develado, por Daniel Molina

Nuestro secreto develado
Nacida el 16 de marzo de 1971, Gaby Messina estudió publicidad y fotografía. Durante diez años trabajó en agencias de publicidad, hasta que en 1999 decidió trabajar como fotógrafa publicitaria. En 2004 presentó su primer trabajo personal. Ahora expone en la galería Elsi del Río una serie de retratos realizados en Lima, en la provincia de Buenos Aires. Hasta el 15 de octubre.
Por Daniel Molina
Diario Perfil
Domingo 19 de Septiembre de 2010
Cultura

Recuerdo una tarde de mi infancia: iba con mi tía Fela viajando en tranvía por una Buenos Aires de calles adoquinadas. Mi tía tenía una revista dedicada al car­naval. Quería que yo eligiera un disfraz para lucirlo en el corso de ése año. Me enamoré del traje de gallito. Es­taba cansado de ser pirata: quería tener plumas de colores y un gran pi­co amarillo. Faltaban muchos años para que leyera esta frase de Oscar Wilde: “Si se le pi­de a un hombre que nos cuente su vida, mentirá; démosle una máscara y dirá la verdad”. Sin embargo, a los seis años, cuando pedí el disfraz de gallito, yo ya la entendía perfectamente. Ahora, frente a los retratos de Gaby Messina vuelvo a confirmar que nunca somos más auténticos que cuando nos disfrazamos.

Durante dos años, todos los fines de semana, Messina fue a Lima, un pueblo que se encuentra a cien kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y que parece haberse detenido en las primeras décadas del siglo pasado. Messina es una retratista singular. Tiene un ojo único para encontrar el gesto revelador, el rasgo secreto, el momento preciso. Ella sintió que había descubierto en Lima algo maravilloso, que no supo bien qué era, pero que intuía que era muy intenso. Comenzó a retratar a los habitantes, que al comienzo se mostraron desconfiados. ¿Qué buscaba esa mujer? ¿Por qué los invitaba a fotografiarse? ¿Qué podían tener ellos para que todas las semanas se viniera desde la capital a tomarles fotos?

De a poco, Messina fue venciendo todas las resistencias y descubriendo el tesoro secreto que anida en el corazón de la gente de Lima: un humor, un desparpajo, un ansia de jugar a ser otro. Los que al principio no querían saber nada se fueron acercando y todo el pueblo quiso salir en la foto. Cada cual con su historia, con su imagen única. Cada habitante posaba con su disfraz espléndido, el que le permitía mostrarse tal como se deseaba, tal como se soñaba.

Dos chicas en minifalda, con los labios rojo sangre, compartiendo un chicle promiscuo. Un señor sentado en su sillón floreado, presidiendo con su tridente un inhóspito jardín de tubos de gas. Dos hombres en un bar, ambos con el torso desnudo; el mayor, portando orejas de conejo, mira al más joven: hay tanta magia en la escena que es imposible saber qué sucede e imposible dejar de mirarla. Una mujer de pelo corto teñido de rojo está en un jardín, vestida con una malla blanca de escote muy abierto: monta un camello realizado con cinta de embalar. Una señora en ojotas, en el living comedor de su casa, cubierta de grandes hojas, luce un par de aros blancos. Un joven, con una especie de taparrabos realizado con una manguera, posa alegre en el esqueleto de una casa en construcción.

Las escenas lindan con lo estrambótico y son ambiguas. Cada uno de los personajes interpreta su papel con una energía tan potente que transforma cada foto en documento de una aventura existencial. Los personajes no sonríen ni se hacen los graciosos. Su humor es serio. A la manera de Buster Keaton, cada uno de los retratados por Messina parece comprender que la tragedia es la más intensa celebración de la vida. Detrás de cada disfraz, no se esconde nada. Lo más profundo está en la superficie. La escena, la pose, el gesto: todo lo que existe es lo que vemos. Y lo que vemos es nuestro secreto develado. Al exhibirse, los habitantes de Lima nos desnudan.

gaby MESSINA en ELSI DEL RIO

LIMA, KILOMETRO 100 fotografía
Del 6 de septiembre al 15 de octubre de 2010

gaby MESSINA LIMA, KILOMETRO 100 fotografía
Con una mirada que mezcla su naturaleza antropológica y su condición de artista, en este nuevo trabajo, Gaby Messina abre las puertas de un universo desconocido para la mayoría, develando la complicidad, los sueños y fantasías de todo un pueblo.
Todas las semanas, durante dos años, visitó Lima, un pueblo ubicado muy cerca de Atucha, el centro de energía nuclear más importante del país. Al principio el acercamiento a la fotógrafa fue tímido y con cierta desconfianza, hasta que el lazo que se generó y el buen sentido del humor de todos dio como resultado la serie "Lima,Kilómetro 100".
Entre la ironía y la inocencia, los habitantes del pueblo posan para ella. Algunos juegan, algunos actúan y otros eligen mostrarse tal cual son. Entre la tradición y lo más atrevido aparece la diversidad digna de una gran ciudad pero esta vez en Lima, a 100 kilómetros de Buenos Aires.
Lima, Kilómetro 100 devela la complicidad, los sueños y fantasías de todo un pueblo.

Gaby Messina
Estudió publicidad, artes plásticas e historia del arte. Se formó en fotografía con Marcos López. A partir del año 2004, Gaby Messina muestra su obra España, Ecuador, México, Colombia, Estados Unidos, Suiza y Argentina. Esta es la primera muestra individual en ELSI DEL RIO Arte Contemporáneo.

Seis finalistas
En sesión, el jurado del concurso Grimoldi dio el gran paso
Jueves 9 de setiembre de 2010
La Nación Suplemento Moda y Belleza

Y llegó el día de la preselección. Fue el viernes último, cuando se reunió el jurado del Concurso Grimoldi Nuevos Talentos para seleccionar a los finalistas de la segunda edición del certamen de diseño en innovación de calzado. En la galería Elsi del Río, en Palermo, alrededor de una mesa llena de proyectos hubo un animado intercambio de opiniones y una alegría compartida: fueron 1150 los inscriptos, más del doble de la edición anterior.

De ellos resultaron finalistas Mercedes Saravia, diseñadora industrial (Universidad de la Plata) y estudiante de Diseño de Indumentaria (Eamoda); Natalia Marinel Sanmillan, estudiante de Diseño de Indumentaria y Textil (UADE); María Paula Kretzer, estudiante de Diseño de Indumentaria y Textil (UBA); Carolina Ivonne Caamaño, diseñadora de indumentaria (Asociación Biblioteca de Mujer Instituto de Educación Superior); Mariana Borello, creativa publicitaria (Escuela Superior de Creativos Publicitarios), y Elizabeth Iuliano, estudiante de Diseño de Indumentaria y Textil (UBA).

Los criterios para la evaluación fueron innovación tecnológica, originalidad, creatividad y calidad estética, adecuada utilización del material, viabilidad económica y adhesión a las bases, entre otros. Y como siempre es interesante saber por qué no se está entre los elegidos, aquí van las explicaciones.

"El reciclado y la funcionalidad aplicados al segmento urbano-deportivo fueron las constantes, en general dentro de lo ya conocido", dijo Carmen Acevedo Díaz, de Moda & Belleza de La Nacion, media partner del concurso. "Se inspiraron en artistas y arquitectos, pero no lo pudieron plasmar. No hay ideas innovadoras", opinó Fernando Entín, galerista de arte y anfitrión. "No hacen el clic de las propuestas educativas a una propuesta personal. Acá se tienen que jugar ellos. Se tienen que mostrar", comentó Silvia Barreto, profesora de Diseño de Calzado de la UBA.

"Están preocupados por el resultado buscando inspiraciones externas, no en lo interno, personal, emotivo. No disfrutan el proceso creativo. Falta esa llama", expresó Marcelo Cantón, de Mishka. "Tiene que tener alma la creación. Veo gente con posibilidades, pero están encasillados", dijo Delia Cancela, artista plástica. "Exploran estéticas y no las transfieren al producto", comentó Barreto.

"Los finalistas son los que tienen una propuesta de innovación buscada más desde dentro que en lo externo", comentó Marcela Melaragno, de la organización del concurso. "Interesarse en el oficio. El diseño es un dibujo que debe materializarse. Es 3D", recordó Sebouhdanian, ganadora del Primer Concurso Grimoldi. Horacio Ruiz, modelista de hormas y calzado, y Teresa Hara, gerente comercial de Grimoldi, asentían satisfechos. "El concurso genera este espacio de la creatividad y oxigena la profesión", alentó Barreto.

La próxima instancia es la votación del público, que podrá hacerse hasta mañana a través de la página Web www.concursogrimoldi.com.ar . El voto popular valdrá tanto como el de un miembro del jurado. Luego, cada finalista deberá desarrollar su prototipo. Entre el 18 y 22 de octubre será la evaluación, la selección final y el cierre del concurso. Y para los demás habrá que atesorar este análisis para volver a concursar en la próxima edición.

María Paula Zacharías

"Birdwatching" por Laura Feinsilber

"Birdwatching"
Galerías Ambito Financiero
Viernes 3 de Septiembre de 2010
Por Laura Feinsilber

«Birdwatching» a lo que los ingleses son tan afectos, es el arte de observar y estudiar a los pájaros en forma directa o con la ayuda de binoculares. La muestra de José Luis Anzízar, «Urban Birdwatching», celebrando los 10 años de la Galería Elsi del Río (Humboldt 1510), y también recientemente presentada en Londres, es una respuesta del artista a aquello que los habitantes de las urbes ya casi no observamos, el vuelo de los pájaros, y su canto que apenas escuchamos.

En la obra de este artista autodidacta que conocimos en el año 2000 por su serie «Zapatos», más adelante «Empanadas» (2003), «Embarque Inmediato» (2006) o «Flying Colors» (2009), hay un rasgo común: la ironía para tratar los temas que tienen que ver con su vida personal y su aguda observación del mundo que lo rodea.

Anzízar hace un culto de la manualidad, recorta, cose, pega, adorna, un trabajo personal minucioso que puede convertir en kitsch cuando quiere. Siempre tuvo libertad colorística, que en esta serie aparece muy enfatizada y que alude a la naturaleza en tonalidades pastel. En medio de la maraña que no es otra cosa que un dibujo muy meditado, instala sus pájaros, en realidad los apresa. Y eso es lo que quiere decir, nada de panfleto ni discurso ecologista, sólo alertarnos para que no dejemos de mirar y escuchar a estos seres alados, para los egipcios un símbolo de espiritualización y para la tradición hindú, los estados superiores del ser.

Es quizás en este estado que Anzízar «fabrica» esta naturaleza para que no la olvidemos.